30 de agosto de 2010

Pleasure

Uno de mis placeres de la vida, es ir al cine y entrar a ver una película sin haberlo planeado con anticipación. Las pocas veces que lo hice, resultaron sumamente gratificantes, y esta vez no fue la excepción.


"The Boys are Back" [o "De Vuelta a la Vida" en castellano], es un drama basado en un hecho real, de un hombre que debe enfrentarse a la sorpresiva enfermedad y posterior muerte de su esposa, y a la crianza de un pequeño de 6 años, además de un hijo de primer matrimonio que también aparece en medio de la tormenta.
Más allá de que Clive Owen, en lo personal, me parece un gran actor, las historias basadas en hechos reales tienen ese condimento extra que hace que sea inevitable compararlas con cosas cotidianas de la vida. Uno no sale de Matrix [o al menos, no debería, pero he visto gente ilusa que lo hizo] esperando que aparezca un agente Smith que nos muela a golpes, pero en este tipo de películas uno se encuentra a sí mismo en la piel del actor que interpreta un papel, casi podríamos afirmar, "real".
Una película bien narrada y actuada, sin esas situaciones innecesarias para hacer llorar al espectador, cálida, y que deja esa sensación inexplicable en el pecho cuando termina. Tampoco es ese estilo de novela de amor, típica de "enviudé pero volví a conocer el amor y ahora soy feliz", que no es que me moleste realmente pero se torna repetitiva, sino que aborda con otra idea el tema de enviudar y tener que hacerse cargo de un hijo estando uno solo, cosa nada sencilla.
Muy recomendable, pochoclera, linda para ver en compañía o ir solo uno de esos días que tenemos ganas de alquilar el cine casi para nosotros nada más.

Amo las sorpresas que puede dar el cine un día de semana nublado, con tiempo libre.

25 de agosto de 2010

Karmas estúpidos versión 2.0

Sabido es, para quien suele leer este humilde blog, que soy una persona que sufre un karma increíble con el tema "cortes". Suelo cortarme de las formas más estúpidas que pueda haber, sea con una manzana, con una fainá [se los juro], con papel, con aire... en fin. Mi piel y todos los otros elementos que se pueden encontrar en este planeta no forman una amistad "que no se corta" precisamente.

Pero esta vez los cortes no vienen al caso. Oh no, no señor. ¡NO!

He descubierto, no sin un poco de sorpresa y enojo, que en mi vida tengo otro karma. Podría decir que es nuevo, pero si analizo cuidadosamente los detalles de ésta aberrante situación, me doy cuenta que data de un largo tiempo. Tengo un karma [ya es un problema muy personal] con los FÓSFOROS.

Sí señor, así como lo leen. Esta porquería inmunda sin la cual yo no tendría fuego en mi cocina, puesto que encontrar un encendedor en mi casa es casi igual que intentar encontrar un millón de pesos en el lavabo [qué buena palabra, "lavabo"], siempre me trae más de un dolor de cabeza.
Por empezar, no hay chance de que, en mi apuro por ir a prender el fuego, no repare en que la cajita está dada vuelta, resultando en que lleno la cocina [o "anaf" así sin "e" como dice mi madre, para hacerse la interesante] de un gran grupo de dicho esperpento de cabeza colorada.
Por otro lado, es prender uno, y al acercarlo a la hornalla, que éste se apague. No hay tu tía, SIEMPRE me pasa lo mismo. Y claro, prendo otro, y otro... ¿y cuántos fósforos gasté? Ya perdí la cuenta.
La situación me pone de pésimo humor, uno va feliz de la vida a poner la pava para tomarse unos ricos mates, y este coso se rebela contra el sistema piromaníaco y me hace perder tiempo.
Malditos sean todos los fósforos del universo. O al menos los que compran en mi casa.
¡Aguante el magic click!

23 de agosto de 2010

Visiones locas

Estaba ojeando [y hojeando :B] una revista de un conocido diario nacional, bastante pedorra por cierto, cuando me encontré con la siguiente publicidad:


Y ahí me di cuenta, que los seres humanos siguen evolucionando. Ahora también tienen visión en 3d, ¡y no necesitan usar esos horribles anteojos en el cine de ese estilo!

Me siento tan común y corriente después de ver estas cosas... snif.

21 de agosto de 2010

Realidades económicas

Me molesta sobremanera tener que preguntar el precio de algo, antes de decidir si comprarlo o no.
No es porque yo me sienta sumamente adinerada, ni sea hija de padres ricos que me mantienen, ni nada de eso [en este momento: ojalá]; pero me sabe mal tener que averiguar primero si puedo comprar eso que quiero/necesito, o si puedo comprarlo en cantidad.
Hoy para ir a la verdulería, por ejemplo, tengo que pedir 100gr de frutillas, 2 pepinos, 3 bananas, 2 choclos...antes directamente compraba por kilo. ¿Hoy quién puede darse esos lujos?

¿A cuánto el gruyere? Mmmm....bueno, dame un cuartito.
¿Cuánto está el kilo de zapallitos verdes? Oooook....dame 2.

Tener que recurrir a eso, apesta. Se siente feo.
No quiero ni calcular lo que gastaría en vivir, si viviera sola. ¿Qué sueldo mínimo debe tener uno para poder independizarse?

Tamos todos locos.

16 de agosto de 2010

Tarde, pero...

En las últimas semanas he tenido el agrado de disfrutar del buen cine, pasatiempo que aún se puede disfrutar gracias a los maravillosos descuentos que nos provee la vida, caso contrario, entraría en la categoría "hobbies para gente con recursos monetarios no tristes". Roguemos que siga así, ya que cada vez son menos las cosas que se pueden disfrutar por menos de 50$. Y mejor dejo de quejarme e irme por las ramas, y acá les traigo las últimas tres que tuve el placer de ver en la pantalla grande.

"El aprendiz de Brujo", otra de Disney, nos trae la historia de un brujo que tiene que encontrar a "El
Elegido", que no sería ni más ni menos que el heredero del archi conocido y grandioso mago de antaño Merlín.
Si bien es la típica película donde hay un pelagatos que de repente se entera que; o es "el hijo de", o "el heredero de", o "el familiar de", y un millón de etc's, dista de ese pelagatos que pasa de ser un don nadie a ser el capo del barrio.
En general, películas con este tipo de héroe, nos muestran a un tarado que no era nadie especial, cuya vida era una porquería inmunda normal y corriente, sin nada novedoso que ofrecerle a nadie, y de pronto por la pluma del Señor se transforma en alguien increíble, con algún poder especial y con un ego más largo que cuello de jirafa. ¿Ejemplos? Tengo miles. Eragon [siempre es bueno bardearla un poco más], Furia de Titanes, y alguno seguro va a nombrar otra más.
En este caso, el pibe, no solo no es un pelagatos ya que es un capo de la ciencia, sino que cuando se entera de su destino no se transforma en una joya anti-humildad y lo más parecido a un insoportable adolescente hijo de padres con dinero, sino que sigue siendo el mismo boludito pero con algo más en su vida. Y, además, no se eligieron a un adolescente de esos carilindos que hacen que la mitad de las muchachas espectadoras quieran revolearle una bombacha [como me pasó en Eclipse, donde a más de una quise acogotar], sino que es un pibe de lo más normal físicamente. Incluso, de esos que pasarían desapercibidos.
Mención especial para un grandioso Nicolas Cage en el papel de EL brujo, que básicamente se morfa la película, y para Mónica Belucci, que por más que los años pasen, va a seguir siendo increíblemente hermosa.
Una película muy entretenida, sí señor.


"El Último Maestro Aire". Una película que llevo meses esperando, ya que la serie en la que se basa ["Avatar", que pudimos y aún podemos verla en el canal de cable infantil Nickelodeon] me gustó más que mucho.
Mis expectativas eran altísimas hasta que empecé a leer reseñas y críticas que destrozaban la película antes de su estreno en Argentina. Y, si bien nunca le hago caso a ninguna crítica, porque me ha pasado más de una vez de que termino pensando lo opuesto a lo que leía [tanto en buenas como en malas críticas], por las dudas decidí ir un poquito menos emocionada a verla. No sea cosa que me pasara de nuevo lo que me pasó en Furia de Titanes, que terminé con ganas de arrancarme los ojos con una cuchara plástica.
¿Por donde podría empezar? Lo más importante, no me pareció ni cerca una película que merezca el calificativo de mala. Es entretenida, y dentro de todo es una muy buena adaptación de la primera parte de la historia. Cabe aclarar que la serie se divide en tres "libros" [agua - tierra - fuego], de unos 20 capítulos cada uno, y tiene muchas cosas en el medio que sirven de relleno, por lo que resultaría interminable meter todo en una.
La serie narra las aventuras de Aang, el último maestro aire que queda. El mundo está dividido en 4 naciones: la del aire, la del fuego, la de la tierra, y la del agua. El Avatar es el único que puede manejar los 4 elementos y así mantener la paz, pero justo cuando la nación del fuego decidió atacar y conquistar a las otras, el Avatar desaparece. Y 100 años después, es encontrado, y es su destino aprender a controlar los 4 elementos para volver a traer la paz.
Esta película en particular se enfoca en la primera parte de la serie, que se llama "Libro Agua", donde él tiene que aprender a manejar ese elemento en particular.
Cosas que no me gustaron mucho: por un lado las actuaciones. Si bien en la serie los tres protagonistas son niños, y estuvo bien la idea de plasmar esa inocencia en las actuaciones, noté mucha discrepancia respecto a los de la serie original. La que me pareció más acertada fue la chica que hace el papel de Katara, pero al que hace de Aang [el Avatar] le falta un poco de expresividad y de chispa, y ni hablemos del que hace de Sokka, porque es el mismo que hace de Jasper en la saga de Crepúsculo, y ese chico tiene un serio problema de expresión. Me corrijo: no tiene expresión. Siempre con los ojos abiertos como platos y los labios cerrados, y en la serie de TV, Sokka vive haciendo caras y chistes. En fin: nada que ver. Elección muy poco acertada.
Como decía antes, fue una muy buena adaptación, sin mucho agregado al pedo que arruine la historia, y con la dosis justa de información. Lo único, que a mi parecer podría haber sido fácilmente una película de 2hs, o al menos 2hs y media, y no 1:40hs como dura. Termina resultando un poco escueta.
A pesar de todo esto, creo que está muy buena, y espero que las próximas sean iguales o mejor que esta. Y gracias a dios esta adaptación de un "tipo animé", no resultó ser como la aberración de la naturaleza Dragon Ball, película que sólo recordar se me retuerce el corazón otaku.


Dejé la mejor para el final. De lo último que vi en el cine, definitivamente "El Origen" es de lo mejor.
No me atrevo a explicar mucho de qué se trata, así que me remitiré a lo que dicen algunas pequeñas reseñas que andan dando vueltas por internet.
Hay personas que tienen la capacidad de meterse en los sueños de otras, tanto sea para averiguar cierta información o para robarla. Y a este grupo de personas, muy muy buenas en lo que hacen, las contrata un poderoso hombre que necesita un enorme y peligroso favor que decidirá el destino de su empresa.
Respecto a los escenarios, a las actuaciones, a la historia, a los efectos especiales, a la música y demás, solamente voy a exclamar:
¡¡FAAAAAAAAAAAAAAAAAAA!!
I M P R E S I O N A N T E.
Una obra maestra, sin desperdicios, que te transporta a otro mundo, y donde cada minuto que se vive en la película es mejor que el anterior. Una joyita de principio a fin.
Si aún no tuvieron el placer de ir a disfrutar de una inigualable joyita de la ciencia ficción, ya saben, aprovechen que todavía está en cartel y vayan corriendo a su cine amigo. Aviso: comprar pochoclos, o gaseosa, o cualquiera de esas delicias que nos acompañan en las películas, no va a tener ningún sentido práctico porque no van a recordar que compraron nada una vez que empiece la película. Tampoco se distraigan mucho, porque en ciertos puntos clave de la película se pueden perder de algo importante, y se puede perder el hilo a la historia. Así que ya saben, nada de romper las bolitas con el teléfono, o de agacharse a buscar algo que se les cae...nada. Además, quiero creer que no van a tener ganas, ya que así de espectacular resulta el filme.
Ah, y pueden salir con una cara parecida a esta:

Ya no tenía bonete, porque se me había volado.

En fin.
Tres buenas recomendaciones, sobre todo si les gustan estos estilos de película. Aunque "El Origen" sin dudarlo, se la recomiendo a cualquiera que disfrute del buen cine.
¡Buena semana y hasta las próximas películas!

11 de agosto de 2010

Celuleando por el mundo VI

¡Último momento! Se encontraron pruebas con dibujos que confirmarían las sospechas de que Carlos Gardel, magnífico cantante de tangos en el pasado, se dedicaba a recorrer las calles en un estado de dudosa conciencia, mejor conocido como "estado de fumeta".

¡Woooooooaaaaaa locooo, los ladrillos se mueven solos!

La foto de prueba fue tomada en la estación "carlos gardel" de la línea B del subte de la ciudad de Buenos Aires. Aquí vemos al acusado con cara de asombro extraña, y unos dientes sospechosamente blancos, acompañado con un notable desvío ocular, que demostrarían la teoría de que este maravilloso músico disfrutaba fiestas con brownies siniestros.
Volveremos con más sospechas confirmadas.

9 de agosto de 2010

Edades

El tiempo se pasa volando.
Las vacaciones académicas de invierno no duraron nada, las de verano volaron igual, ya estamos en agosto. En menos de lo que canta un gallo, se van a venir encima los segundos parciales, van a empezar a aparecer todos los adornitos boludos de navidad en todas las vidrieras, vamos a empezar a sentir ese stress de que se está acabando el espacio cerebral disponible, los días van a empezar a ser más largos de nuevo, la cerveza va a volver a formar parte de nuestras noches de reunión y no tanto el café bien cargadito. Las mini, ínfimas siestas al sol ya no van a ser tan adoradas, y vamos a querer caminar bajo la sombra cuando salgamos a la calle.
Y nos damos cuenta que hay frases que ya no van. Como hoy, cuando hablando de música y recitales con un amigo, le quise decir "voy a seguir yendo y disfrutandolos cuando tenga 30 años..." y me di cuenta, que esos 30, ya no están tan lejos.
Y ya cambias esos "30" por "40". Listo, nadie se dio cuenta. A otra cosa mariposa. Ah ¿ya se ven algunas guirnaldas verdes por ahí?

5 de agosto de 2010

Lo de siempre

Creo que las personas tienen la idea fija, de que para que una pueda ser realmente una mujer completa, debe sí o sí ser madre alguna vez.
Con expresiones como "es lo mejor que hay en el mundo", "no hay otra cosa mejor que estar embarazada", "criar hijos es lo máximo", "sin hijos no hay vida completa", y un trillón de otros etcéteras; intentan llenarme la cabeza de ideas cada vez que comento que yo no quiero tener hijos. Ni ahora (en edad estoy), ni nunca.
Mis razones son tan válidas como las de cualquiera, no es cuestión de querer convencer a nadie de que no tener hijos es lo correcto, sólo porque yo crea en eso, no es mi intención. Pero me molesta ese egoísmo estúpido de querer imponerte qué es lo correcto, y querer convencerte de que tener hijos es la única razón por la que crecemos, porque sin hijos no va a haber felicidad nunca en el universo, sin hijos nunca vas a poder sentirte completo, y bla bla bla.
¡Vamos! Hay tantas cosas por las que vivir, por las que romperse el lomo cada día, que nos podrían (¡y pueden!) también llenar de alegría. Y, por otro lado, hay mucha, muchísima gente, que debería tener prohibido ese derecho "divino" a ser padre, porque la forma en que tratan a sus hijos dista de ser lo ideal para criar a nadie.
Una de las personas que más me molestó fue un familiar mío, cuando le comenté esto mismo de que no quiero tener hijos. Empezó con un sermón interminable sobre lo genial que es ser padre, y resulta que cuando voy a su casa (visitas esporádicas que ya no le hago directamente) la veo como le pega a sus hijas o les grita y maltrata, cuando hacen algo malo. ¿En qué quedamos? ¿No era que es tan genial ser padre y uno explota cual si fuera un globo de alegría?

Basta de esa estupidez de "cuando el reloj biológico te lo pida ya vas a ver". ¿De qué diablos me están hablando? ¿Esta es la única razón por las que somos mujeres?
Yo no creo en eso. Me parece que creer eso, hace que la vida sea minimizada a algo realmente ínfimo, y estoy segura de que no lo es.

3 de agosto de 2010

No me importa sonar repetitiva

Durante miles de años, los seres humanos
hemos podido disfrutar, del mejor regalo
que los dioses dieran jamás a ningún ser vivo
La brisa, el viento, el hermano sol y la hermana luna
campos y praderas donde ver crecer a nuestros hijos
amaneceres bañados con el perfume que estornudan las flores en primavera
puestas de sol decoradas por los sueños aun por concebir
Y aunque parezca mentira… inteligencia
Pero el hombre blanco despreció aquel tesoro
y a medida que la vida le sonreía,
el le contestaba dando patadas al destino
Si alguien lee esta carta, no olvide que el fin de esta civilización
se debió al egoismo, codicia e incultura de la raza humana
Los hombres ya no somos mamíferos
el ser humano no se convirtió en depredador
la raza humana somos simplemente un virus
matamos, crecemos, y nos multiplicamos
Por eso nos extinguimos
por eso las aguas se tragaron nuestra civilización
la verdadera Atlántida, éramos nosotros
Y por eso hemos escrito esta nota
para formas de vida inteligente venideras.
cuando los hombres escupen al suelo...
…se escupen a si mismos.

Mägo de Oz - Atlantia

Con el correr del tiempo, nos volvemos un poco menos humanos y más destructores. Lo que antes parecía algo inconcebible, hoy lo vemos pasar como si fuera cualquier cosa, y ya no luchamos por proteger ni nuestros ideales ni nuestro suelo. Hasta a veces, ni nos damos cuenta que ese algo sucedió, o que estaba mal.
Mientras tanto en una provincia argentina se considera "sano" matar una gran población de perros callejeros sólo porque ocupan espacio ¿Pero quién es el culpable de que esos perros estén ocupando ese espacio? ¿Ellos? No señor. Si ellos hubieran podido elegir, hubieran elegido tener un amo a quien querer, un colchoncito cálido donde descansar por las noches y un buen plato de alimento todos los días. Los perros no pertenecen a la calle, y si fueran animales salvajes (cosa que no son) pertenecerían a los prados y a los bosques, si supieran como hacerlo, buscarían sus alimentos y sus refugios. Pero estos pobres bichos, abandonados a su suerte, hacen lo que pueden atrapados en una gigante caverna de cemento que pocas cosas tiene que ofrecerles para su susbsistencia.
Acá el problema, como siempre, es la gente. La gente que agarra un perro y después se aburre y lo tira a la calle (Vamos, hay mujeres que tiran sus propios genes a un volquete o a un inodoro), que no castran a sus animales y cuando tienen cachorritos los echan al muere como si ellos tuvieran otra elección.
La misma gente, que día a día sigue fabricando toneladas de basura que no van a ningún lado, que sigue contaminando de todas las formas posibles, que se baja del colectivo y tira el boleto a la calle como si por combustión espontánea fuese a desaparecer, que abre la ventanilla del auto en plena ruta y revolea una botella vacía de plástico, que abre el atado de cigarrillos y tira el plastiquito en cualquier parte, y tantísimos otros etcéteras que se podrían nombrar acá.
Esa misma gente, que no tiene respeto por otro ser vivo, y por empezar ni siquiera por su misma especie. La misma que no tiene respeto ni amor por la tierra que la vio nacer, ni cuida este hermoso lugar que tenemos que cada año nos regala cosas maravillosas como las primaveras, los colores otoñales, los aromas del verano, los cielos anaranjados, los bosques y su inexplicable fragancia a vida.

¿Algún día se van a dar cuenta de todo lo que tenemos? ¿O recién se van a dar cuenta de todo lo que podríamos haber hecho, una vez que todo esto ya no exista?

Este planeta y todos sus seres vivientes, son una maravilla universal, algo tan increíble que me atrevería a catalogar como "mágico". Pero todavía, no se terminan de dar cuenta.
O, lo que es peor, ya no les interesa.

2 de agosto de 2010

Período fiaquil

No me morí después de las vacaciones, aunque una gripe me tiene tosiendo y portando una sexy voz de camionero de aquellas.
Tengo una fiaca bárbara de sentarme a escribir y dibujar, y eso que tengo más de un post en mente. Y la fiaca aumentó de tamaño hoy, dado que volví a cursar nuevamente (¿Ustedes vieron las vacaciones académicas de invierno? Ah, que suerte, pasaron tan rápido que yo no las vi)

Ya, ya vuelvo ¡no me atosiguéis!