29 de diciembre de 2011

Otro más

El tiempo sigue pasando, y para este blog no es excepción. Otra despedida de año más!
Generalmente se me ocurre hacer un balance, como mucha gente lo hace, pero este sí que fue un año que quiero que se termine. No fue para nada fácil, y no tengo un balance positivo, pero como no me gusta ser emo y sentarme a llorar mientras miro por la ventana, solamente digo que espero que lo que venga más adelante, sea mejor.
Cambiar de año en realidad es una pavada, es una fecha, una cosa que no tiene mucho sentido. No es que el tiempo se detiene, toma un descanso y vuelve a arrancar. Es todo lo mismo, la verdad. Pero como tengo una necesidad, unas ganas de que algunas cosas queden lo más "apartadas" (olvidarlas no quiero), voto porque el cambio de año sea positivo, y me mentalizo en que va a ser positivo.
Así que desde mi humilde hogar bloggeril que cual mercadito de barrio sigue vivo, aunque los grandes hipermercados lo quieran cerrar (?), les deseo, mis queridos amigos lectores, un muy feliz año nuevo. Beban, abracen gente querida, olviden la mala onda, disfruten de echarse a mirar el cielo mientras conversan sobre boludeces, acaricien mucho a sus mascotas, en fin! Como más les guste.
Un placer seguir acá compartiendo tanta pelotudez junta (y algunas no tan pelotudas) con ustedes.

SHALÚ!

27 de diciembre de 2011

Dudosos

Hay gente que llega a este blog buscando cosas... especiales.

¿Bola de bolos de c3po?
¿¿Viernes de los osos??

¿LO QUÉ?

20 de diciembre de 2011

No rinde

Ayer escuchaba a unas señoras quejarse en cierto local de mi barrio, tema: regalos de navidad.
Una decía que tenía 10 nietos, la otra decía que tenía 2, la otra no comentaba nada pero miraba con cara de interés (?). Una contaba que con pavaditas llenaba el árbol (entre esas pavaditas, unas botellitas de sales de baño bien pitucas que estaba comprando ahí), la otra contaba que sus nietos ya le habían mangueado cosas, entre ellas un "dragón de playmobil" (dicho sea de paso, ¿por qué no sé yo de ese artilugio feliz?).
La cuestión es que recordé lo que era "esperar" que llegara la fiesta para ver qué nos había traído el buen y abrigado hombre de rojo cada 25. Y mientras recordaba eso, pensaba en los billetes que tenía en mi billetera, con una esperanza de vida muy corta, y probabilidades del 0% de llegar a convertirse en regalos para todos los que debería comprar (pero como "debería" no es acompañado por "querría", no me termina de molestar).
Entrañable sensación de que los regalos le van a llegar a uno, contra la de tener que salir a comprar regalos para el resto.
Aparte, los regalos que llegan en la adultez (90% ropa) no se comparan con las maravillas de la niñez, como la casita de Pinypon, o la torre de Rambo que le regalaron a mi hermano una vez. Ah, que maravillosas épocas de felicidad.
Ser adulto no rinde. Ni emocional, ni económicamente.

13 de diciembre de 2011

OK

Este año puede definitivamente irse bien a la re putísima madre que lo parió.

6 de diciembre de 2011

Leyes

A veces (MUY seguido) pienso que debería haber una Ley para permitir (o prohibir) que una mujer lleve maquillaje. De esta manera, quienes no son aptas para dicha tarea cotidiana, deberían pagar una multa por arruinar el paisaje urbano con su ingrata presencia.
Estudiar y trabajar ocasionalmente por el microcentro porteño me invitan a admirar los más impúdicos intentos de belleza, que me llevan a hacerme tres preguntas:
1- ¿Será ciega?
2- ¿No tiene a nadie conocido que le diga que parece un mamarracho?
3- ¿Será ciega?
OK, eran dos preguntas. ¡Pero una es muy recurrente!

3 de diciembre de 2011

Mi país

¡Que hermoso mi país y que decente! Y ni hablar de la provincia donde me tocó vivir.

Un lugar donde a la noche (2am) te vas a tomar un colectivo para volver a tu casa, repleto de adolescentes, vos gil trabajador a esa hora ya no servís ni para perro y vas a querer ir durmiendo, pero la cantareta constante a los gritos y los "eh guacho" de chicos vestidos con prendas de marca y piercings de colores por todos lados te lo van a impedir notablemente.
Un lugar donde la gente no deja de traer inútiles al mundo que pueblan las calles y todos los lugares públicos donde vos querés ir y estar tranquilo, vos que no jodés a nadie, y no es por tu edad. A esa edad no jodías de esa manera tampoco.

Cuando me pasan cosas como esa pienso "¿Qué mierda tienen sus padres en la cabeza?" o "¿Cómo dejan que sus hijos salgan así a la calle?" y, por qué no, "¿Los crían realmente o los tienen de potus de cocina?".

Me quedo con una frase del libro que estoy leyendo ("A storm of swords"), en donde uno de los personajes principales hace referencia a la forma de vida de los salvajes:

(...) Ellos no tienen leyes, no tienen honor, ni simple decencia. Se roban sin descanso entre ellos mismos, procrean como bestias, prefieren la violación al matrimonio, y llenan el mundo con niños bastardos.
Pensar que el libro está ambientado en una época muchísimo anterior a esta, pero la idea, a mi parecer, se sigue manteniendo. Todavía hay gente cavernaria que cree que está para traer pelotudos al mundo nada más, y que se arreglen solos. ¿Creerán que somos una máquina de escupir gente por abajo nada más?

Si los vas a escupir, por lo menos fijate que lo que haya salido de ahí terminé siendo medianamente decente. En el reino animal, todo cachorro tiene que ser enseñado antes de salir a arreglárselas solo...

1 de diciembre de 2011

Feisbuk

Yo sé que es una obviedad que se cae de madura, pero cuando veo cosas como esta...


...me sigo sorprendiendo de la cantidad de pelotudos que, imagino, van a darle click al link y realmente acceder a tremebunda estupidez.

Igual, si hay que ponerse a hacer un análisis de las cosas que se ven en el caralibro, no terminamos más.