26 de marzo de 2012

Cine

Este fin de semana tuvimos la gran idea de ir al cine a hacer un doblete de pelis, aprovechando el día domingo nublado y tranquilo.
Elegimos el abasto, por sabias razones de aceptación de descuentos, y nos dispusimos a disfrutar primero de "Los juegos del Hambre".
Más allá de la película en sí, debo relatar que he sufrido como condenada la presencia de una horda iracunda de adolescentes (y pre-adolescentes) de muy dudosa procedencia.
Chicos disfrazados, otros pintados, uno que llevaba un "arco" casero (según novio, "el chico del arco era como el aceite de oliva: extra virgen"), otra que tenía una capa hecha a mano que luego me enteré que intentaba simular fuego....en fin, un desastre tras otro. La sala de cine no podía ser más incómoda: los pibes gritando, cantando durante las publicidades y trailers anteriores, luego aplaudiendo cuando aparecía cada personaje, haciendo comentarios. ¡Sacando fotos! Me dejaron ciega con el flash más de una vez.
Pero lo que más me molestó fue el exceso de "AWWWWWWWWWWWWWW's", onomatopeya exagerada de algo que te provoca dulzura inconmensurable.
Se moría alguien --> AWWWWWWWWWWWWWWWWWWW
Se rozaban una mano --> AWWWWWWWWWWWWWWWWWWW
Se daban un besito --> AWWWWWWWWWWWWWWWWWWWWWWWWW
¡PERO QUE CARAJOS! 
Por un momento pensé que tal vez había un cachorrito dando vueltas entre los asientos, provocando dulzura, o un bebé huérfano, pero ¡NO! Eran esta manga de pelotudas que cualquier boludez era excusa para el gritito, y me terminaron arruinando varios instantes de la película. Mis sentimientos no se podían concentrar con tanto ruido de más. ¡Odiosas! No sé a ustedes, pero a mi se me dificulta hacer oídos sordos a las molestias cuando estoy en el cine en general, y esto ya era como estar en un recital de Justin Bieber.
¡¡DESPUÉS LE SACABAN FOTOS A LOS CRÉDITOS FINALES!! ¡¡POR DIOS!!

¿Me estaré poniendo más vieja, cada vez más ortiva e intolerante, o esta generación viene terriblemente irrespetuosa y enferma de la cabeza? Aunque si lo pienso, creo que es un poco de todo.

PD: Post dedicado a la tarúpida que estaba adelante mío, que cuando expresó su sexto "awwww" exclamé "¡pero QUÉ MOGÓLICA!", y se dio por aludida dándose vuelta y mirándome. Sí, lo dije por vos, so estúpida.

22 de marzo de 2012

Ah...los niños

Mis intentos de viajes en paz en transporte público generalmente dan frutos, excepto algunas veces. Pero cuando NO son pacíficos, son realmente estresantes. No hay grises.
O es un boludo escuchando música sin auriculares, o es un vendedor/gracioso anónimo que no hace más que romper las pelotas, o una anciana mequetrefa.... o es un NIÑO.
Los niños son insoportables. Les he dedicado más de un post ya, pero me siguen sorprendiendo en su insoportabilidad.
Y esa nenita del colectivo de hoy, me bajé y todavía puedo escucharla con esa voz de pito, jorobando, mientras la madre charlaba con la amiga y no le daba ni cinco de pelota. Sí, perfecto señora, pero metale un chirlo así no jode al resto de los pasajeros tampoco. Aunque si alguno de nosotros tuviera la libertad de hacerlo....


Y...no. No me gustan los niños. Digo, por si no se notó todavía.

PD: Todavía no sé a que mierda se refería con que quería un colmillo.

19 de marzo de 2012

Un viejazo

Un día como hoy pero hace 8 años, empezaba este blog.

Recién estaba empezando veterinaria, carrera que ya hace 4 años abandoné.
Hacía poco que Atena (fiel compañera a la cual le habré dedicado varios posts de esta página) había llegado a mi casa. Hoy ya no está, corre en algún prado verde galáctico.
Me faltaba un diente y tenía los demás torcidos. Hoy están todos juntos y derechitos, tras 3 años de ortodoncia y cirugía para sacar el diente faltante de su escondite mortal.
Tenía el pelo rojo. Hoy está vuelto a su color castaño natural.
Todavía no tenía tatuajes. Hoy ya tengo 7.
Tenía pocos amigos. Gracias a este blog en estos 8 años conocí muchísima gente, y algunas de esas personas siguen presentes. ¿No extrañan las viejas reuniones blogger? ¡Eran geniales!
No trabajaba. Hoy ya estoy ahorrando con planes de mudarme el año que viene.
Tenía un piercing en la nariz. Momento, lo sigo teniendo.

Los tiempos cambian, los posts disminuyen, los comentarios también, y la mayoría de los blogs que me encantaba seguir ya no están entre nosotros. Pero yo sigo acá, a pesar de todo, y contra todo pronóstico que me hice, ya que jamás hubiera creído que en tantos años aun tendría ganas de escribir, así sea para contar una estupidez vivida en el colectivo o dibujar como me transformaría en super héroe para aniquilar un niño molesto.

Salud, mi querido blog. ¡Salud!



15 de marzo de 2012

El gimnasio

Ah... el gimnasio. Ese mundo quemador de calorías al que cuesta tomarle el gusto, y para el cual uno siempre inventa las mil y un excusas para no tener que ir.  Hasta que finalmente uno va, y trata de seguir lo que le exigen.
Ese mundo poblado de extraños seres de todos tamaños, colores, vestimentas, cirugías estéticas. Ese mundo de extraños profesores, que utilizan esos auriculares con micrófono para gritarte más fuerte aun y hacerte sentir que tus esfuerzos son iguales a los que un niño de 5 años haría. O que son menos. O que sos un fofo inútil.
Ese mundo donde esos profesores tienen la pretensión de que, no sólo te mates haciendo sus clases con el peso adecuado, sino que encima LAS DISFRUTES. Ooooh sí, ¡maldito mundo del gimnasio lleno de masoquistas! ¡Cómo corno puede disfrutar uno 5 minutos de pedaleo si no se puede casi ni mover las piernasssssssssss!


Un minuto de silencio para mi remera, que no sé si podrá ser salvada luego de esto. Probé ponerla en el lavarropas, pero creo que el amigo se autodestruyó.

7 de marzo de 2012

Sugerente

El google chrome a veces hace unas sugerencias para corregir escrituras, digamos, un tanto.....



SUGERENTES.

Bueno, hablábamos de algo que "se come". En ese sentido, estuvo piola el loco.

1 de marzo de 2012

Carpe diem... ?

Yo sé que a veces es difícil vivir el presente y disfrutarlo sin pensar en cosas a futuro, pero hoy escuché en una farmacia al que atendía decir "¿ya es marzo? Faltan 9 meses para navidad".
No supe si cagarlo a trompadas, llorar, o salir corriendo con las manos en los oídos gritando "LALAAAAALALA"
Gente, un poquito de ganas de vivir. Un poquito nomás, eh.