La llegada de mediados de octubre comienza a hacer estragos en el clima tan bonito que veníamos teniendo. Se va, el harrrmoso frío, y con él llega otra vez el maldito calor y sus malditos mosquitos y malditas malditas chicharras y y y y y todo ese barullo veranil.
Queja constante en este blog, lo sé. Qué le vamos a hacer, no es feliz el asuntico.
Oh querido amigo. Te extrañaré nuevamente, otros meses eternos sin tu presencia.
Oh, sí.
Pf, día de la raza mis polainas.
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