5 de junio de 2006

Carta abierta

Querida madre de Hugh Jackman:
Le escribo estas líneas humildemente esperando que algún día pueda leerlas. En caso contrario, me conformo con quitarme la necesidad de hacerlo.
La razón de mi impertinencia es felicitarla por el hijo que usted ha procreado. Por este hombre, que en la piel de Wolverine [X Men], con su cuerpo ardiente y sus garras ha logrado quitarme el aliento no una, sino DOS veces en este fin de semana. Sí, tan fanática soy yo, que asistí al cine dos días seguidos. [Dos veces porque fuí dos veces, pero aseguro que fueron mínimo cincuenta]
Ante mi asombro ocular, este muchacho en las 3 películas ha sabido arrancarme más de un suspiro, más de un orgásmico gruñido, una mirada exótica.
Por todo esto, decido omnipresentemente hacerle saber que realizaré un monumento en su honor. Podría ser de todo su hijo, que es un esplendor de muchacho, pero dado a que la economía está medio en caída libre...escojo solamente una parte.
Luego le envío la fotografía del monumento al culo de su hijo. Una obra de arte, una magnificencia, algo digno de encuadrar y mostrar en tamaño XXXXL.
Gracias. Mil gracias. Oh sí, gracias.


No encontré del trasero en cuestión. Pero bien se puede relamer una igual.

Dicho sea de paso, ni hace falta que les diga que la película es EXCELENTE y que si no la vieron les recomiendo YA que vayan al cine...¿no?.
Oh dios, dios mío. Dios. No puede ser...*blug* [¡Babero por favor!]

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