Al final no pasó nada.
La tierra no se tragó a nadie, el océano no se comió playas con gente, no apareció satanás por ningún lado pinchando a la gente o tirandose pedos con fuego para quemar a los demás, no hubo tormenta ni rayos ultravioletas agresivos...¡ni siquiera una lluvia triste!. El cielo estuvo azul, ni calor ni mucho frío, fué un martes re cualquiera. Siguió siendo insoportable ver la tele por toda la publicidad respecto al mundial, llegaron para romper las pelotas las cuentas, tuve que estudiar, que yo sepa nadie se murió.
Mah que 666 ni 666. Era una chansa para que todos los pelotudos vayamos al cine a ver esa película que no solo no es nada original, si no que hasta su publicidad de adelanto apestaba. ¿Y sabés qué?. No fuí nada. ¡Tomá!.
Yo: -Al final no se murió nadie
Mamá: -¿?
Yo: -Y sí, tanto rompían las bolas con el día del diablo y qué se yo
Mamá: -Acá los únicos diablos somos nosotros
La mamma tiene la posta, la mamma.
Lo que sí, cumplió años un amigo. ¡Arsh y globos para tí!
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