Te fuiste luego de que luchaste lo más que pudiste. Me sorprendió muchisimo la garra con la que aún dentro de tu estado, aún dentro de lo mal que te sentías e incluso diciendo que ya estabas listo para irte, no te ibas. Soportaste, creo yo, más de lo que merecías haber soportado. Y al final dejaste que las cosas que tenían que pasar, se dieran. Dejaste que la vida finalmente acabase para poder dirigirte a dónde sea que te esperan, y liberar tu alma de todo ese dolor.
Dolió verte, dolió sentirte, estabas muy frío. Pero emanabas una aura de tranquilidad que hacía tiempo no veía en tu rostro. A pesar de la frialdad que sentí, me dí cuenta de que estabas más allá de todo dolor posible. ¡Te vi libre!.
Y ella te llora. Pero aún no entiende que, a pesar de lo que uno crea, ésto finalmente llega y no es ni tarde ni temprano. Llega en "el momento". Y aquí ha llegado, muy a nuestro pesar.
Lloró desconsoladamente, y al verla se me estrujó el alma. Pero ya llegará el momento en que logre comprender que esto no es culpa tuya, que no la abandonaste, que no te fuiste y la dejaste sola. Sino que vas a estar con ella, siempre, pero de otra manera.
Pediste volar. Pediste que te dejasen unirte a la brisa del Mar, cuando llegase el día en que te marcharas. Te prometo que voy a cumplir tu deseo. Voy a llevarte, para que te unas a los abrazos del viento de la costa, porque es lo que vos querías. Porque es lo menos que puedo hacer, y porque quiero hacerlo. Porque merecés ese regalo.
*And now...you're free...*
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