16 de agosto de 2005

Largo, lo advertí eh.

Vengo acá a descargarme. Porque no quiero agarrar a alguien y llenarle la cabeza y el día que quizá ya bastante complicado tiene, con mis cosas. Y sé que no estoy bien, y que necesito estarlo. Por mi. Por los que quieren verme bien y a veces me encuentran tan colgada del sauce.
No pensé que me iba a pegar tanto todo este asunto de "su ida". Pero luego del velatorio de ayer, es como que tengo mil y un imágenes dándome vueltas en la cabeza. Anoche antes de ir a acostarme, dos horas dando vueltas, con los ojos clavados en el techo, pensando. Esta mañana mientras me bañaba, en la facultad, en el colectivo. Me persiguen.
Estoy bloqueada a las otras cosas bonitas que me están pasando. Si, hay cosas bonitas también, como esa charla que tuve con él toda la noche. Si que fué una charla de esas que se esperan y cuando llegan es como un flash recibirlas. Son tan buenas, que después de decir las cosas, la livianez logra que se me pegue una sonrisa en la cara y todo lo que me digan me cause gracia. Esa sensación...de que me hablan y tratan de que me mantenga en la realidad pero yo estoy por allá, cantando. Que buena sensación. Hace cuánto no sentía eso?. Ya no recuerdo. Pero no importa :).
Mi amigo contestándome en un mail la carta que le di para el cumpleaños. Es re lindo escribir cartas, a mano. Tienen otra onda, otro color. No es lo mismo que usar un teclado de por medio, aunque a veces hay cosas que de cualquier manera suenan hermosas igual.
Es extraño como las cosas se dan. Como en el momento en que viene el golpe, algunas cosas suceden que le dan otra sensación a esas circunstancias. Palabras que uno quería escuchar pero pensaba que no existirían. Amistades que uno no espera tener, y de pronto aparecen y en el lugar más inesperado.
Nunca fuí de tener la re super cantidad de amigos. Nunca fué algo que me molestó, luego de unas cuántas experiencias horribles prefería de hecho que las cosas fueran así. Y de a poco, ellos fueron llegando, están llegando. Podría dedicarles el post más largo, pero no viene al caso, ellos saben lo que siento, ya que milagrosamente han logrado que vuelva a ser la persona demostrativa que era, aunque aún me cuesta más de un Perú (¿Quién inventó esa frase tan bizarra?). Acá me tienen, en este espacio loco, tirando a los 4 vientos que soy muy feliz de haberlos conocido.
El domingo fué largo. Fué sofocante. El lunes aún más. El fin de semana me hizo pensar en muchisimas cosas.
En lo jodido que es tener un vicio que nos hace mierda, por ejemplo. Mi tío se murió porque sus pulmoncitos ya no soportaron más. Te dedico mi salud, tío, y por vos tiré ese atado de Lucky's de mierda que había empezado. Debo reconocer que no me está costando tanto, pero cuesta acostumbrarse a no tener esa necesidad sucia de ir matándose de a poquito. Porque al fin y al cabo es eso...ir muriéndose despacito. ¿Qué necesidad hay?. Yo no tengo intenciones de morir, al menos ya no las tengo. Entonces ya no veo la necesidad de hacer esas cosas.
La noticia que me dió mi hermano me puso feliz. Lo veo a él todo crecidito y me veo a mi, y nos recuerdo cuando jugábamos juntos, cuando dormíamos en el mismo cuarto. La guerra de medias cada noche (Hacer una especie de cuartel con nuestras camas, y revolearnos los calcetines enrollados), las guerras de almohadas, las guerras a mano, infaltables. Y el año que viene afianzás un lazo con ella, y me lo contas en exclusiva. Y me pone re feliz, sabélo. Y voy a llorar como mariquita, sabé eso también.
Y de nuevo, él con sus palabras. Jaja, aún no caigo, no cuadra pero al mismo tiempo si. ¿No es raro, cómo esas cosas vienen de la nada, cuando uno menos se las espera?. Claro que es raro. Pero por eso, son tan especiales. Si que si. Lo lindo es saber aprovecharlas y vivirlas con todo, como debe ser, como TODO debe ser hecho. Es lo que pienso hacer...¡supongo que vos también! ^____^.
El mail de él. Las palabras de ellos. Los abrazos, todo. Todo me hace sentir re bien. Es lindo encontrarse con cosas así, realmente levanta el ánimo.
Hubo épocas en que necesité que ciertas cosas estuvieran, que ciertas cosas pasaran, pero no estaban. Estaba buscándolas en el sitio equivocado, estaba haciendo las cosas equivocadamente. Pero todo sirve para al final llegar a los momentos más disfrutables, como este. Para sentarme un momento a colgarme a mirar el cielo, como me gusta hacer, y poder suspirar porque la sonrisa a veces me ahoga. Pero es un ahogo bárbaro, eso si.
Qué ciclotímica que soy. ¡Hasta escribiendo aqui!. Hace un rato que me senté a sacarme lo que necesitaba, con la cara caiducha, y me estoy por ir sonriente de nuevo. ¿Por qué es tan reconfortante escribir lo que uno siente?. Magia.
Gracias. Gracias por el espacio.


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