5 de septiembre de 2006

Pinos y mar

Un finde en Pinamar, con mi hermana, cuñado y sus dos hijas.
Juegos varios, entre ellos ese de memoria, los Blocky, un pianito de Winnie Pooh y la batería con un demo de intento de metal; mucho té nocturno con charla realmente necesaria, mucho sonido a flatulencias, muchas porquerías juntadas para futura decoración de cuarto (¡Viva Pinamar con sus piñitas y cochichitos de bosque!); mucho hacer de niñera y armarse de paciencia ante una sobrina que exige más que cualquier novio posesivo que alguna vez haya existido ; mucho hacer upa a la bebé más dulce que he conocido...
En fin, de esos fines de semana que hacen olvidar demasiado que los tengo tan lejos durante el resto del tiempo que no los veo. ¡Lo que sí no extraño son tus gases, Daniel!.
Y una pendejita nueva en mi vida, que solamente llora cuando se cagó o cuando quiere teta.


¿No es hermosa la miniatura de Liz?.

P/D: ¿El colmo?. Me corté el dedo...pero con vidrio esta vez eh. Próximamente "Ariadna y su facilidad para flagelarse estúpidamente".

No hay comentarios: