Señora, señor, no es para menos.
En estas épocas en que todo está acelerado -menos nuestra economía y sociedad- no sería extraño que usted sufra por la pérdida de la infancia del infante infantil (?).
Por eso la sociedad quiso dar un paso atrás recordando las épocas en que la virginidad y la inocencia de nuestras criaturitas se protegía, hasta que se creyera necesario.
Preservando la inocencia y el boludeo feliz de nuestros pequeños, hela aqui:
La hamaca de Castidad del siglo XXI
No sufra más, doña. Y lleve al piscuí a la plazeeeta, que 'ta todo bien.
Lanzas, vikingos y caballería no incluídos en el paquete.
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