La culpa es de la humedá! (Si las viejas lo dicen, yo les creo)
Sali de casa tranquila, a las 8, con el pote de vaselina en la mochila (Rendí Estadística), medio dormidita, con el café atragantado por tomarlo a los gases. Ya empezamos medio mal...el día super caluroso, la humedá que no me deja el pelo lacio, toda grasitud de la piel se siente elevada a la quincuajésima potencia, no encuentro el encendedor....
Abro la mochila, acomodo el discman (que es de tan buena calidad que cada paso que doy, salta), me pongo los auriculares importados de Suecia, desconcentradísima de lo que ocurría a mi alrededor...y se pronto siento en mi pie como un "Plaffffffffff" y algo blando que emerge de mi CUÁL si yo fuera jugador de fobal pateando un penal.
Señoras y señores....Pateé un ALTISIMO Sr. Sorete.
Le hice un gol a la esquina de la calle que estaba por cruzar. Fué tan impresionante como se elevó nuestro marrón amigo, mi cara al darme cuenta de que realmente estaba pateando mierda, la situación de ser una despistada de última, el tener que meter la zapatilla en un charco para limpiar las heces...
No sé, fué genial. Me cagué de risa hasta la parada del bondi. Pensé que iba a ser un día de mierda...pero la mierda me salvó. (Cuac!)
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