15 de octubre de 2004

Ya que estamos...

Ya que el clima y el mundo blogueril me llevaron a postear algo sobre la lluvia...apuntaré mi ojo crítico esta vez a un enemigo público de las calles en días hermosos de lluvia:
*Paraguas*
Este amiguito cumple la supuesta función de evitar que nuestras ropas se mojen con el agua. Ahora bien, tenemos una serie de situaciones incómodas para el usuario, tales como:
--> El vientito arruinador de adviniculos paragüeros.
---> El paragüas gigante que ocupa toda la vereda.
Por supuesto no nos podemos olvidar que no cualquier persona puede caminar tranquilamente por las calles si no cumple con una serie de requisitos infalibles. Como tenes una altura de 120 metros y estar asi por encima de los adviniculos ajenos, tener una paciencia de oro para no romperle la cara a algun peatón, o bien:

Claro, como olvidarla a usted doña. Señora de las 8 décadas, que para no agarrarse una hernia (?) por levantar el brazo, lleva el paragüas como un agregado a su atuendo tipico. Si, claro, si lo usan de sombrero practicamente!

Con esta nueva moda causan severos traumas en el peatón inocente que solamente trata de llegar a algún lado. Tales como:
--->Ouch!
--->Grupo de viejecitas aproximandose.
Por lo tanto:
Si usted no es alto, no tiene paciencia, no tiene protector facial, no tiene paciencia, no tiene un paragüas de buena calidad, tiene mucho apuro, camina a dos por hora, tiene hernia y no puede levantar el brazo, no tiene paciencia:
NO SALGA A LA CALLE EN DÍAS DE LLUVIA! (O haga como esta Zoqueta: Salga sin paragüas. Vamos...que la lluvia es hermosa. Y es más facil esquivar a la gente! O empujarla, en su defecto.)

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