29 de septiembre de 2010

Gordosis in extremum

Llevar tantos meses de dieta encima [que uno realmente termina perdiendo la cuenta], hace que hasta las cosas más impensables nos hagan hacer agua la boca.
Porque, claro, es el momento en que uno de repente se topa con algo que no sólo no suele comer a menudo, sino que hace meses que no prueba, y ya nomás de verlo puede sentir en sus papilas gustativas la felicidad de probar un bocado de dicho manjar del Edén mismo.
Esto es lo que a mi me sucede cada vez que veo una imagen de un sanguchito de miga. Me babeo, y pienso en que me compraría una docena de triples especiales surtidos y me los masticaría sola, sin compartir a nadie, y me bañaría como una cerda en mi egoísmo de gorditud y alegría sinfín, y empujaría con maldad a quien quisiera quitarme uno de mis fabulosos sanguchitos, y hasta tal vez le gruñiría.
¿Cuántas veces comía esto antes de estar a dieta? Una o dos veces al año, con suerte. Y ahora se me hace algo tan increíblemente rico, que me tienta a más no poder.
¿Con cuántas cosas nos pasa eso estando a dieta? Con cientos de ellas. Hasta las pelotudeces que quizá comimos una sola vez en la vida, se vuelven de pronto tentaciones difíciles de resistir.
Es el alma del gorrrrrdo que llevamos dentro, que está harto de comer la remolacha con tomatito y la frutita de desayuno. ¡Quiere que lo alimenten de verdad!

15 comentarios:

Lic_jasper dijo...

Para el alma de gordo, la comida es un sentimiento, y no se puede parar... ole ole ole, dame un sanguche!

Zoqueta dijo...

Ahí te paso, pero no me toques los de aceituna que son míos!
Jajaja

Lic_jasper dijo...

Te juro, te juro que justamente son los que menos tocaria, detesto las aceitunas, por eso me llevo bien con los que morfan pizza (?)
Eso si, uno de jamon y huevo no se le niega a nadies!

Zoqueta dijo...

Bueno, a mi me gustan los sanguches de aceituna... pero las aceitunas de la pizza no me van ni me vienen, jajaja.
Así que seguimos bien (?)

Mr. Popo dijo...

Parece que Zatan adopta formas cada vez más insospechadas :P

Y conviden, loco, no sean caretas

hormiga dijo...

Pasión por los los sandwiches de miga!!! son amor en rectángulos!

Lic_jasper dijo...

para los sambuchitos hagan fila...

Nemesio dijo...

Como dijo norberto:
"No puedo evitar que vengan hacia mi los sanguches de miga"

Madame dijo...

triples de migaa si por dioos, chau bikini, hola grasas transgénicas

Menagracia dijo...

Eso es lo que en mi tierra llamamos "un gordito del closet", Declarate... tranquila que te apoya el gremio!! jajajaja

Zoqueta dijo...

No tranquila yo me declaro, solía formar filas en el gremio de la obesidad. Pero son esas cosas que nos quedan en el alma y el corazón, jajajaja. SIEMPRE me va a gustar comer, y todas las cosas que más me gustan, son las que no se deben :P

Anónimo dijo...

Si, yo en mi intento (léase intento) de cuidarme con las comidas (no dieta) llegué a encontrarle gusto a las galletitas de arroz. Amo comer cosas dulces y no puedo vivir a lechuga. La vida es una sola y hay que vivirla, mierda!. ;)

MaRiaN dijo...

Cuanta verdaT !!!!!!
es cierto ..! yo muero por un nueve de oro dulce ...cuando no lo como ni en pedo nunca!!

Pablo dijo...

No se culpe: los sanguchitos de miga son una adicción, un viaje de ida, un callejón sin salida. Y los de "La Nonna" (comentario NO auspiciado) son, además de eso, una invitación a dejar medio sueldo en dichos manjares.

Anónimo dijo...

Probaste con un yogurrrrrrrrrr? Quizás inventaron alguno de jamón y morrones, de palmitos o tal vez si estás de parabienes el de aceitunas descarozadas.
Pd: cuando uno está a dieta y le encuentra gusto a las galletas de arroz, al tofu o a las milangas de soja sin nada de nadita es porque está alucinando, asi que ante la menor duda, a manducarse un sangchito. Eso si de lechuga, minga!