"La gente tiene un tranvía atravesado en la cabeza", y con esa frase un profesor de filosofía nos daba la clase. Un poco de fanatismo cristiano, pero fundamentado todo, por lo que podemos perdonarlo.
Muchos apuntes, otros muchos libros, mapas y atlas, y más mapas y apuntes, y fotocopias, y trabajos prácticos, y charlas, y debates, y opiniones, y...y....y.
Me doy cuenta que el cambio de universidad es drástico, y eso me agrada en cantidad.
Mucho niño recién salido de secundaria, por lo que en la clase hasta carpetas nº3 he visto [NO MIENTO].
Muchas ganas.
Muchas, muchas ganas. ¡Espero que me duren!
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