Claro, vamos a decir las verdades. Que el río de la Plata huele como los mil demonios...aunque esto no es novedad.Hemos ido, con madre y amiga Rocío, a visitar a nuestros vecinillos de costa a parar en casa de abuelos. Calor y falta de ventiladores disponibles de por medio, nos embarcamos en una felicidad móvil con aire acondicionado llamada "Cacciola". Que aún seguimos rezando después de la tormenta que la azotó anoche, y seguimos pensando "¿En qué momento llegamos a Tigre?" O_O.
Uruguay con sus costumbres tan simpáticas. La gente en vez de pasear al perro pasea el termo y el mate. Es magnífico. Es tan a viva piel esto de que toma mate hasta un policía cuidando "x" lugar, que en los colectivos reza un cartelillo "Tenga cuidado con la bombilla que le puede lastimar el labio". Claro no sea cosa que uno se la trague, ¿vió?.
Uruguay y su soledad. El sábado fuimos al centro pensando ver qué tal la diversión charrúa...ni mierda, ni los negocios abiertos, ni los loros gritando...¡ni perros en la calle!. Lo rescatable fueron algunos cartelillos y la loca que entró a MacChotals gritando "Cadávereeeeees" (????).
Uruguay y esos nombres tan simpáticos que utiliza.
Gracias por el dibujito que acompaña el título.
Hemos volvido, al menos hasta que otro viaje nos lleve de los pelos a recorrer otro lugar. Otro conocido/extraño lugar. Gracias por los mates, por la tranquilidad, y por 5 días en los que hemos realmente olvidado lo que es un "re quilombo de ciudad". Amén.
PD: Dedicado a mi querida compañera de viaje Rocío, y te debía un "tenés razón" cuando casi te hago ir pa cualquier lado jejeje. Bueno che, yo soy adicta a la Guía T, y allá no hay.
PD2: Me reencontré con una adicción de la infancia: Ohhh sí. Galletitas made in Denmark *baba*.
Otra PD más: ¡Feliz año nuevo che!.
No hay comentarios:
Publicar un comentario