Recordarán cuando me corté el dedo con la manzana.
O cuando me rallé el dedo mientras rallaba la zanahoria para la ensalada...
Boh. Hoy en una pizzería, mientras degustábamos una rica rica pizza con unos amigos...¡ME CORTÉ EL LABIO CON UNA FAINÁ!.
Sí, ok, tenía una heridita que al contacto con la punta "filosa" del alimento malevo se abrió.
Lo que sea, pero igual... ¿Se puede ser tan pelotuda?.
Dios me libre.
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