4 de agosto de 2006

Una historia triste marplatense

Walter era un tapper normal. Albino, creemos que su origen es Ruso o de algun pais de esos donde el sol no lanza rayos UV peligrosos como para sobrepasar el frio que se vive.
Grandote desde pequeño, siempre supo que queria trabajar en la cocina. En alguna gran cocina, italiana, española...cualquier cocina.
Pero...pobre, pobre nuestro Walter. La vida y el mal manejo del gobierno de su pais, lo trajo hasta un bazar de la ciudad de Mar del Plata, en la provincia de Buenos Aires. Aca donde ser tapper significa llevar el sanguchito playero en esos crueles veranos abrazadores, o el que mantiene moderadamente la frescura de algun alimento en alguna heladera viajera. Por que no, el que guarda una sopita o algun resto de algo que alguna vez supo ser un banquete.
Vueltas de la vida, Walter llega a la casa de Melisita, una obocha feliz de la ciudad, que habita en un bonito depto cerca de la costa.
La vida entre ellos nunca fue demasiado comunicativa, pero ambos estaban bien. No habia altibajos, ni alegrias en exceso pero tampoco tristezas.
Hasta el dia que llego el. El dia que EL fue cocinado.
Un pure instantaneo. Seguramente un pure muy rico, porque de otro modo no habria necesidad de guardarlo....en un tapper....un tapper albino feliz....que era feliz.
Asi que fue que Pure y Walter tuvieron que, a la fuerza, convivir juntos.
Cuanto tiempo? Cuantos dias? Por que razon? Por que el destino es tan cruel? Por que sibarita es tan rica?.
Preguntas sin respuesta que se las llevara el viento del mar a alguna zona menos peligrosa que la heladera donde ambos, hasta hoy, habitaban.
Hoy eche a Pure de la casa. Hoy libere, junto con Lavandina, a Walter de su terrible calvario.
Y de un pestilente hedor a estiercol mohoso mezcla con hierbas baratas.
Heladera, junto con Limpiador Cremoso y la liberacion odoril...ha encontrado nuevamente su olor a heladera. Walter, luego de un baño reparador, nuevamente tiene aspecto de tapper.
Nuestro sentido del olfato agradecido, ya que nuevamente podemos abrir la heladera sin la tentacion del suicidio luego de intentarlo.
Es jodida la vida del tapper.
No todo es color transparente. No todo es asistir con las tapper-bien a las reuniones de tapperware. No todo es soñar con trabajar en una cocina imponente.


Adios pure. Que encuentres una vida mejor. Alejado de los vicios que te dejan estancado, con olor a caca de caballo pasada por estiercol de vaca con barro de chancho...en el fondo....de un tapper inocente.

Fin.

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