La luz ha llegado a mi materia gris [Y la de mi compañera de teorías, Laura] para traeros en esta ocasión la respuesta a uno de los tantos "POR QUE's" que aquejan a la humanidad.
En este mundo de incertidumbre y sollozo, en este universo paralelo de ingenuidad y didáctica, en este sitio recóndito de palabras inentendibles y globos de colores, más de uno se habrá preguntado:
¿Por qué las personas que tienen la quijada desfasada babean tanto?
Ah, mis queridos ignorantes preciados. Hela aquí la respuesta que tanto anhelábais. De la mano de dos teorías que pasarán a la historia de la humanidad caminante [La que anda acostada no].
La Teoría del Pelicano nos abre la mente a una nueva dirección. A la del entendimiento y la libertad de expresión, a la no discriminación por el pobre poseedor de
La Teoría de la Condensación, inversamente proporcional a la anterior, nos brinda la respuesta de la entonces posible duda "¿Pero por qué del mismo modo alguien con mandíbula superior saliente también babea?". Simple. Los líquidos almacenados en la cavidad bucal a menudo son retornados al estómago en el acto de "tragar", o bien devueltos a la tierra en los actos de "escupir", "salivar", "gargajear" etc etc. Pues bien, esto por alguien que posee
De más está decir que esperamos estas humildes teorías sirvan para una mayor comprensión en el mundo. Recuerden, siempre hay que descubrir el por qué de todas las cosas, y luego ver si es entendible. O si nomás son actos que se suceden con el sólo propósito de hacernos descostillar de risa. [O de desagrado!].
A su salud y hasta un nuevo informe.
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