Y no es el número de llamar a la policía, sino que es la entrada número 911.
Y con esta entrada decido cerrar un ciclo de blogger en este espacio, para mudarme a otro.
¿La razón? Simple...tras ocho años y pico (arranqué allá por marzo del 2004), siento que necesito empezar de nuevo en otro lado.
A este blog le tengo que agradecer tantas cosas que no sabría por donde empezar. Pero, ante todo, agradecer a todos esos ojos que se han tomado un tiempo para divertirse un poco con mis payasadas, igual que yo me divertí escribiéndolas en todos estos años.
Me quedan mil recuerdos geniales de mi paso por estos lados, y espero crear nuevos en el otro espacio, donde me voy a animar a escribir sobre más cosas de las que solía escribir.
Les dejo el link de la otra cucha, para cuando se quieran dar una vuelta: Zoqueta 2.0.
Gracias por todo y más.
Un saludo a mi mamá y a mi papá, chau.
BONJOOOURRRR, pedazo de ZOQUETE!
Un lugar lleno de calcetines cuadriculados.
23 de noviembre de 2012
12 de noviembre de 2012
7 de noviembre de 2012
Vieja chota
Cada vez soporto menos a los jóvenes.
En un principio pensé que era porque las nuevas generaciones son un desastre, pero ahora estoy convencida de que también es que yo estoy hecha una vieja quejosa.
Se acercan los 30 (y no a paso lento, porque este 2012 ya se está evaporando igual que mis axilas con el calor que hace hoy), se me está marcando una fina línea de expresión de UN sólo lado (por una mueca de cara de orto que siempre pongo, fuera de joda), y mi paciencia por los púberes disminuye notablemente.
Me parece que soy candidata al bastón ese que tiene un tipo de sable adentro.
Ah sí, vieja de mierda completa.
En un principio pensé que era porque las nuevas generaciones son un desastre, pero ahora estoy convencida de que también es que yo estoy hecha una vieja quejosa.
Se acercan los 30 (y no a paso lento, porque este 2012 ya se está evaporando igual que mis axilas con el calor que hace hoy), se me está marcando una fina línea de expresión de UN sólo lado (por una mueca de cara de orto que siempre pongo, fuera de joda), y mi paciencia por los púberes disminuye notablemente.
Me parece que soy candidata al bastón ese que tiene un tipo de sable adentro.
Ah sí, vieja de mierda completa.
24 de octubre de 2012
Macabro
Cerca de lo de mis viejos hay una plaza, donde hace tiempo unas escuelas de la zona aprovecharon unas medianeras para pintar unos murales. Hablo de hace años, ya ni me acuerdo cuándo fue, de hecho.
Nunca me puse a mirar detenidamente las creaciones de los niños, sinceramente no les di pelota, pero últimamente como paso todos los días cuando saco a la perra, tuve la oportunidad de pispear algunas cosas con más detenimiento.
Y estos dibujos, debo decir, son sumamente macabros.
Nunca me puse a mirar detenidamente las creaciones de los niños, sinceramente no les di pelota, pero últimamente como paso todos los días cuando saco a la perra, tuve la oportunidad de pispear algunas cosas con más detenimiento.
Y estos dibujos, debo decir, son sumamente macabros.
Empezando por esta, ya se ven cosas raras. Abajo parece que dos perros se están mordisqueando de manera alarmante. A la izquierda, un nene huye despavorido de la escena, igual que la nena de arriba de todo, aunque también puede ser una de esas personas que corren en las plazas, que hacen ejercicio y no miran a nadie. Y el nene que está jugando con el perro marrón entre los dos que nombré anteriormente, no termino de entender si la está pasando bien o teme que el perro le arranque la mano.
Esta nena me deprime. De verdad. La tristeza por la malformación de sus piernas y el aburrimiento de saltar esa soga, realmente me deprimen. ¡Miren esos ojos! ¡ENCIMA TAN BLANCA! ¡PEOR!
La mirada de este chico me da miedo. Me imagino que mientras la abraza a la chica repite en su mente "Te voy a amar toda la vida. TODA LA VIDAAAAAAAAAAAAAAAA" así con una voz de obsesivo compulsivo.
No, no son las extrañas y pobladas pestañas de esta chica lo que me inquietaron de esta imagen. ¿Qué hace el ex presidente Carlos Saúl jugando a la pelota ahí en el fondo?
El dilema de la niña barbuda. Y sí, es una niña. No sale en la foto pero tiene pollera.
Por dios, las caras de hijos de puta de estos nenes. Tienen que ser la típica bandita de forros barderos que no pueden faltar en ninguna escuela. ¡Pero mírenlos bien! Los 3 de abajo están para una película de terror, de esas de nenes poseídos que matan gente. Y el de arriba de todo a la izquierda tiene cara de que cuando crezca va a ser pedófilo.
Más allá de que claramente los alumnos de esa división eran medio revolucionarios, me llama la atención la paloma (o especie de ave) arriba de la rama. ¿QUÉ necesidad?
Paradigma de un niño que nunca va a llegar a los pedales de su bicicleta. Y que encima parece que tiene tres piernas.
Este no sé si es robocop disfrazado de nene para poder jugar en la plaza, o simplemente un enfermo fanático de anabólicos. Que encima tiene senos. ENCIMA.
Alguien que haga algo por este gato porque con esa cara de tristeza siento unas fuertes ganas de pegarme un tiro en la sien.
Ahora cuando empiece a ver murales de este tipo voy a prestar más atención.
Se pueden encontrar cosas locas, MUY LOCAS.
POR DIOS ESE GATO.
12 de octubre de 2012
MoooozooOOOOOOOO!
A mi me gusta dejar propina.
Nunca fui camarera ni nada por el estilo, digo porque uno podría pensar "la infeliz fue una pobre ilusa que recogía céntimos de las mesas luego de estar horas sirviéndoles cual esclava", pero nada que ver. Es simplemente que a veces necesito devolver algo, si del otro lado hubo buena onda. Obvio, si me atendiste con cara de ojete, que te de propina tu vieja. En eso nos entendemos.
A veces los estados de embriaguez me hacen ser más amable que lo normal. Es todo sentido eh, soy más graciosa, más "macanuda", la gente me quiere más y yo me río el doble. Pero aparte de eso, como ya no reparo en la ingesta de brebajes espirituosos, tampoco reparo en la cantidad de dinero que dejo antes de irme. Así me he ido de bares como ser en un viaje a bariloche, un pub irlandés que visitamos varias veces, que más o menos un promedio de 60-70 mangos se hacían cuando las dos rotosas salíamos dobladas de dicho lugar.
Tengo un recuerdo inamovible de una vez que me encontraba degustando un rico café en Havanna, y veo que la señora que se está por ir de la mesa enfrente a la mía rebuscaba en su monedero para dejar una propinita. ¿Qué salía un café hace unos años? ¿7 pesos? ¿Menos? La cosa es que esta amable anciana deja 3 monedas sobre la mesa. Me pareció vislumbrar que no eran de gran tamaño, y cuando afiné la vista cual halcón galáctico pude ver las 3 moneditas de cinco centavos apiladas una encima de la otra.
¿Qué haría uno en ese caso si fuese el mozo? Yo la corro antes que se raje y la re cago a trompadas en el ojete. ¡Para eso no dejes nada, vieja hija de puta!
Y así tenemos a varios que antes de irse se ponen a revisar la billetera con mala cara cuando se dan cuenta que no encuentran un puto billete de dos pesos. Si existieran los billetes de un peso, la junta de dinero en propina estaría al horno.
Mientras pueda, yo te sigo dejando. Eso sí, evitá ponerme cara de culito, contestarme mal o venir a atenderme justo a mi si te faltan 10 dientes.
Con los dientes no se jode.
Nunca fui camarera ni nada por el estilo, digo porque uno podría pensar "la infeliz fue una pobre ilusa que recogía céntimos de las mesas luego de estar horas sirviéndoles cual esclava", pero nada que ver. Es simplemente que a veces necesito devolver algo, si del otro lado hubo buena onda. Obvio, si me atendiste con cara de ojete, que te de propina tu vieja. En eso nos entendemos.
A veces los estados de embriaguez me hacen ser más amable que lo normal. Es todo sentido eh, soy más graciosa, más "macanuda", la gente me quiere más y yo me río el doble. Pero aparte de eso, como ya no reparo en la ingesta de brebajes espirituosos, tampoco reparo en la cantidad de dinero que dejo antes de irme. Así me he ido de bares como ser en un viaje a bariloche, un pub irlandés que visitamos varias veces, que más o menos un promedio de 60-70 mangos se hacían cuando las dos rotosas salíamos dobladas de dicho lugar.
Tengo un recuerdo inamovible de una vez que me encontraba degustando un rico café en Havanna, y veo que la señora que se está por ir de la mesa enfrente a la mía rebuscaba en su monedero para dejar una propinita. ¿Qué salía un café hace unos años? ¿7 pesos? ¿Menos? La cosa es que esta amable anciana deja 3 monedas sobre la mesa. Me pareció vislumbrar que no eran de gran tamaño, y cuando afiné la vista cual halcón galáctico pude ver las 3 moneditas de cinco centavos apiladas una encima de la otra.
¿Qué haría uno en ese caso si fuese el mozo? Yo la corro antes que se raje y la re cago a trompadas en el ojete. ¡Para eso no dejes nada, vieja hija de puta!
Y así tenemos a varios que antes de irse se ponen a revisar la billetera con mala cara cuando se dan cuenta que no encuentran un puto billete de dos pesos. Si existieran los billetes de un peso, la junta de dinero en propina estaría al horno.
Mientras pueda, yo te sigo dejando. Eso sí, evitá ponerme cara de culito, contestarme mal o venir a atenderme justo a mi si te faltan 10 dientes.
Con los dientes no se jode.
4 de octubre de 2012
Mensajes dudosos
Hoy vi en la vidriera de un local de depilación un cartelito que decía "1/2 pierna cavada $30".
Por mi mente pasaron muchas imágenes que serían útiles para un programa de TV como Dexter, pero en ninguna me imaginaba que se refería al famoso "cavado" que nos tenemos que depilar las niñas.
Poco feliz el anuncio, poco feliz.
Por mi mente pasaron muchas imágenes que serían útiles para un programa de TV como Dexter, pero en ninguna me imaginaba que se refería al famoso "cavado" que nos tenemos que depilar las niñas.
Poco feliz el anuncio, poco feliz.
27 de septiembre de 2012
Celuleando por el mundo XIII
Todos hemos tenido algún contacto con estas señoras, que andan por la vida quejándose de sus dolores varios mientras se visten como si fueran quinceañeras, o que en el colectivo te piden el asiento justificándose con su vejez cuando al levantar la vista te encontrás una cara con 10 kilos de maquillaje, cama solar y una estirada que dejaría sorprendida a la mismísima goma elástica.
Pero estas cosas ya no las entiendo:
Pero estas cosas ya no las entiendo:
¿¿¿Andás con bastón y con botas de taco alto por la vida???
¡¡¡¡ARGHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHH!!!!
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